La Bestia de Magma, después de todo, era sólo una bestia demoníaca de nivel muy bajo; detectó la fuerza de Guo Yi pero todavía eligió abalanzarse sobre él.
—¡Hmph! —Guo Yi masculló despectivamente—. ¿Una simple bestia demoníaca de noveno grado de bajo nivel se atreve a desafiar mi poder?
El poder de Guo Yi era la gloria del Jiutian, y aunque un Inmortal llegara, tendrían que dirigirse a él como un compañero Daoísta. Mucho menos una bestia demoníaca de tan bajo nivel.
Si se hubiera sometido sinceramente, Guo Yi podría haberle perdonado la vida. Sin embargo, insistió en una lucha desesperada. Así que, él la enviaría de camino.
Guo Yi entró en el vacío, su figura flotando en el aire.
Con otro paso, su forma se elevó abruptamente.
