Los altos árboles hacían que el camino fuera extremadamente peligroso.
En el suelo, gruesas capas de agujas de pino creaban círculos de agua embarrada con cada paso.
Había numerosos arbustos y densas zarzas, lo que hacía que el camino fuera muy difícil de atravesar. Afortunadamente, todos estaban preparados. La tela que llevaba el anciano y Qi Piernafantasma era especial, permitiéndoles pasar a través de las espinas sin ser rasguñados.
Sin embargo, era un problema mayor para Wan Lin'er y los demás. Sus ropas comunes no ofrecían ninguna protección contra las espinosas zarzas.
—¿Qué deberíamos hacer?
—¿Cómo vamos a cruzar?
Unos cuantos soldados retirados se agruparon.
Liu Shan tomó una profunda respiración y dijo:
—Señorita, ¿debemos rodearlo?
—No, eso nos llevaría demasiado tiempo —Wan Lin'er sacudió la cabeza y respondió—. Dejemos que una persona cruce primero, colgaremos una cuerda y nosotros treparemos a través de la cuerda.
—¿Quién irá primero? —preguntó Liu Shan.