Sin embargo, todo el revuelo en línea era desconocido para Hera y Xavier, que todavía estaban en la boutique respondiendo preguntas de la prensa.
Con todos tomando ávidamente el perfume de los estantes, la boutique quedó algo despojada, su alguna vez abundante stock disminuido por los compradores entusiastas.
Esto solo hizo que Hera sonriera aún más, ya que era una clara señal de que el lanzamiento del producto había sido un rotundo éxito.
Ambos, ella y Xavier, continuaron respondiendo preguntas de la prensa, todavía vestidos con los atuendos que habían llevado en el video promocional.
Aunque Xavier se había abotonado su camisa de satén y la había metido un poco para parecer más pulido para la cámara, todavía exudaba el encanto de una sirena recién salida del mar.
Por el contrario, Hera encarnaba a una encantadora dulce, su sonrisa radiante cautivaba a todos mientras posaba para las cámaras.
