La prensa quedó en silencio, su atención se desvió hacia Massie. Sintiendo el peso de sus miradas, ella dejó de reír abruptamente y se aclaró la garganta.
—¡Ejem! Me disculpo por mi arrebato; simplemente estaba emocionada de ser considerada una recién llegada —. Una sonrisa se extendió por el rostro de Massie, sus ojos brillando como medias lunas mientras observaba a los reporteros reunidos en su boutique.
—Disculpas por la tardía presentación. Permítanme reintroducirme: Soy Massie Morgan, la nueva jefa de perfumistas de la 'Casa de las Fragancias' y, como me solían llamar hace una década, la 'princesa perfumista—. Massie abrazó con confianza su título de prodigio en la industria, reconociendo que le serviría de ventaja a partir de entonces.
Sería absurdo no utilizar tal ventaja, especialmente cuando otros mostraban sus dudosos premios como si desesperadamente buscaran validación.
Si ellos podían exhibir sus logros, ¿por qué no debería hacer ella lo mismo?