Los seis hombres se congregaron alrededor de Hera, acurrucándose mientras veían una película juntos.
Compartiendo bocadillos y risas, no pudieron resistirse a unirse cuando la vieron disfrutar de la comida.
Hera, más que feliz de compartir, los recibió con entusiasmo, y pronto todos estaban disfrutando del momento juntos—comiendo, riendo y deleitándose con la calidez de la compañía de los demás.
La rivalidad entre los hombres parecía no ser más que un recuerdo lejano.
Mientras veían la película, comenzaron a discutirla desde una perspectiva empresarial, compartiendo sus percepciones y evaluando su potencial como si estuvieran analizando una oportunidad de inversión.
Sus aristas competitivas se habían suavizado, reemplazadas por conversaciones reflexivas e intereses compartidos.
