—¿Verdad? —añadió la chica, fingiendo sinceridad y completamente ajena a la creciente ira de Dave.
—No te preocupes, Dave —Hera no será la única chica detrás del volante. ¡También tenemos a Milly aquí!
Como si eso fuera el meollo de la preocupación de Dave, él vio claramente a través de las intenciones de la chica.
Esperaba que ella solo intentara humillar a Hera y no ponerla en peligro durante la carrera.
Sin embargo, la idea de que Hera fuera humillada tampoco le agradaba, profundizando su desdén por Milly.
No solo intentaba acercarse constantemente a Dave frente a Hera, sino que ahora también intentaba provocar a Hera, presumiendo su aceptación en el grupo.
Fue un movimiento calculado para restregarlo, dejando claro que ella pertenecía mientras que Hera seguía siendo una extraña, incapaz de realmente integrarse con el mundo que a Dave le encantaba.