Después de todo, Hera no era una santa, y a veces era difícil no ser mezquina. Pero ella solo planeaba saldar su cuenta con él.
—Entonces... ¿cómo planeas saldar la cuenta? No vas a rechazarme de inmediato, ¿verdad? —balbuceó Rafael, su rostro se puso tan pálido como una hoja de papel.
Hera rodó los ojos hacia él. ¿Por qué iba a tirar a la basura una herramienta perfecta que se llamaba 'protagonista masculino' que podía cambiar su destino, solo para ser recogida por la protagonista femenina? No era estúpida.
Hera sabía que sonaba como una villana aprovechándose de Rafael para lograr sus objetivos, y no tenía intención de suavizarlo. Reconocía que lo que estaba haciendo no estaba bien, pero la realidad es diferente de un cuento de hadas. La vida es una lucha y, a veces, sobrevivir significa utilizar oportunidades o personas. Lo que estaba haciendo era simplemente intentar sobrevivir, no solo para ella, sino para todas las vidas conectadas a la suya.