—¿Qué ha despertado tu ira tan temprano esta mañana, eh? —La voz calmada aunque seductora de Luke interrumpió sus pensamientos cuando colocó cuidadosamente un tazón de humeante sopa de wonton frente a ella. La miró directamente a los ojos, esperando atentamente escuchar qué la había molestado.
Hera soltó una risita suave. —En realidad no fue nada malo —Mientras hablaba, el aroma tentador de la sopa de wonton se colaba en sus fosas nasales, estimulando instantáneamente su apetito. Luke notó su reacción con una risa suave, optando por no presionar más sobre el tema que ella había desestimado casualmente. En lugar de eso, volvió a la cocina a buscar el desayuno chino que había preparado para ella.