Al ver la reacción que había anticipado, Leo esbozó una sonrisa radiante y tocó la punta de la nariz de Hera. —No eso, tonta... —dijo, entendiendo lo que Hera estaba pensando. Esto solo hizo que el rostro de Hera se enrojeciera aún más. Su declaración, "No eso", insinuaba que podría haber dicho algo indecente en ese momento debido a los efectos de la droga, o quizás incluso haber hecho algo más que solo besar a Hera. Esta realización cayó sobre Zhane y Dave, provocando un cambio en sus serenas fachadas.
Ellos entendieron que Hera querría mantener todo lo sucedido en privado entre ella y el individuo involucrado. Sin embargo, al escuchar pequeños fragmentos de ello mientras Leo se comportaba de manera tan cariñosa con Hera, hizo que tanto Dave como Zhane se sintieran enojados y desconcertados. Se sentían dejados de lado, sin estar al tanto del alcance completo de los acontecimientos más allá de lo que se les había dicho, y la incertidumbre solo alimentaba su frustración.