La cabeza de Dave zumbaba con una mezcla de alegría y preocupación. Aunque estaba emocionado de haber traído a Hera a este lugar, no podía evitar la sensación de que no deberían estar ahí. Reflexionaba sobre si la camarera sería nueva en su trabajo, sin saber del acceso restringido de la habitación y sin tener claro cómo proceder.