—Abuelo Víctor, siéntase libre de pedir cualquier plato específico que desee. Hannah es habilidosa en casi todas las cocinas —ofreció Hera, consciente de la posibilidad de que algunos invitados podrían no expresar sus preferencias o alergias por cortesía.
Notando las preocupaciones de Hera, Hannah intervino —Por supuesto, señor. Solo dígame sus preferencias y prepararé lo que desee. La cocina internacional resulta ser mi especialidad —Con una palmadita reconfortante en su pecho, Hannah enfatizó su confianza y pasión por su oficio.
Hera también se aseguró de extender la misma cortesía a Bry y su padre y tío, notando su vacilación y falta de familiaridad con los platos frente a ellos. Quería asegurarse de que todos se sintieran cómodos y que sus preferencias culinarias fueran atendidas.