Tras la explicación del Director, los equipos avanzaron para repartir las mochilas vacías, asegurándose de que el proceso fuera transparente mostrando a la cámara y a los participantes que cada bolsa estaba efectivamente vacía. Luego, sacaron una caja de rifas y organizaron a los participantes en una fila para que sacaran sus respectivas listas. Cada persona recibió su lista antes de permitirles abrirla, manteniendo la equidad en el proceso de selección.
Esto aumentó la anticipación y el nerviosismo tanto entre los participantes como los espectadores mientras esperaban ver qué ítems había en la lista de cada persona. Una vez que los participantes abrieron sus listas, los operadores de cámara asignados a cada individuo se acercaron para capturar una vista detallada de su lista, proyectándola para los espectadores que estaban sintonizando temprano en la mañana.