```
Después de un breve intervalo, Hera terminó de cubrir los pollos mendigo con barro, justo cuando Xavier terminó de cavar el hoyo. Haciéndose a un lado, Xavier observó a Hera mientras ella colocaba delicadamente el pollo mendigo en su mano en el hoyo. Una vez que terminó, él regresó a la mesa, levantando con cuidado el pollo mendigo restante y llevándolo al hoyo. Con el mismo cuidado que Hera, lo bajó suavemente, asegurándose de que estuviera colocado justo bien.
Una vez que se aseguraron de que los faisanes estaban adecuadamente espaciados, los cubrieron nuevamente con la cantidad apropiada de tierra. Después, organizaron la leña sobre los faisanes enterrados, asegurándose de cubrir el área designada. Cuando todo estaba listo, encendieron el fuego.