Una vez que Hera y los demás terminaron de envolver los faisanes y huevos, le encargó a Bry que volviera a la cabaña para recoger la nevera portátil que había pedido prestada al equipo del programa. También le indicó a Bry que solicitara algo de hielo para añadirlo a la nevera, permitiéndoles conservar sus ingredientes frescos de manera efectiva.
Hera notó una gran hoja de loto cerca de las tranquilas aguas del río. Cortó cuidadosamente algunas piezas de esta y las usó para envolver los dos faisanes juntos dentro de una gran hoja. Después, guardó las hojas restantes para uso futuro.
Xavier y Zen se mostraron perplejos ante las acciones de Hera, pero sabiamente se abstuvieron de cuestionar a la cocinera, reconociendo su propia falta de experiencia en asuntos culinarios. En cambio, la apoyaron de todo corazón en sus decisiones, confiando en su destreza culinaria.