—Aún no hemos recogido nuestros puntos por el trabajo de hoy, así que no tenemos nada que cocinar —dijo Hera de manera práctica.
La sonrisa de Xavier se desvaneció, la preocupación evidente en su voz cuando preguntó —¿No hay comida en absoluto?
Por alguna razón inexplicable, Hera encontró la expresión de Xavier adorablemente linda y no pudo resistir la tentación de tomarle el pelo un poco más.
—Señor Montague...
—Hermano Xavier.
—¿¡Qué!? —La respuesta de Hera fue de genuina sorpresa.