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El guía de Xavier caminaba solo unos pasos detrás de él, ayudando a otro camarógrafo en el camino.
En ese momento, Hera no les prestó demasiada atención. Aunque acercarse a Xavier era su principal objetivo, su prioridad inmediata era reunir recursos para evitar el hambre. Estaba ansiosa por causar una buena impresión inicial, pero también sabía la importancia de no esforzarse demasiado, ya que podría salir mal.
Después de caminar más adentro del bosque durante media hora, Hera ya podía escuchar el sonido de agua corriente a lo lejos. La emoción de Bry creció, lo que lo llevó a acelerar el paso hacia la fuente del agua.
Tras apartar algunos helechos en el camino, finalmente llegaron al río. La orilla estaba adornada con rocas grandes y medianas cubiertas de espeso musgo. La escena era tranquila y pintoresca, perfectamente adecuada para una escapada de picnic en paz.
—¡Guau! Es impresionante —exclamó Hera acercándose al río, observando a los peces nadar contra la corriente.
