Hera permaneció en silencio, su mirada fija en el Subastador de pie en el escenario, presentando un exquisito reloj de bolsillo anidado en una hermosa caja de terciopelo azul.
Con la presencia de recién llegados, particularmente aquellos sentados en la fila VIP, el subastador reiteró la última oferta, anunciando:
—Patek Philippe Supercomplication por 15 millones de dólares, una vez...
Sin dudarlo, Leo agarró rápidamente la paleta de ofertas que descansaba en el reposabrazos y la levantó en alto. —20 millones de dólares —declaró, su voz autoritaria resonando a través de la sala, causando que incluso Hera girara su cabeza para mirarlo.
—¿Qué? ¿20 millones de dólares por solo un reloj? —Hera pensó escépticamente, sin darse cuenta de que poseía una colección aún más cara en su vestidor.