Dado que tanto Hera como Alice interpretaron la misma escena, fue fácil para todos comparar sus actuaciones.
El contraste entre ellas fue inmediatamente evidente.
No era solo en cómo transmitían las emociones del personaje, sino también en cómo daban profundidad al papel: cómo cada actriz construyó y encarnó el trasfondo del personaje.
Esto dejó claro a todos qué actuación era más convincente y auténtica, ya que la interpretación de Hera se sentía más matizada y fiel al personaje.
Todos comenzaron a examinar el perfil de Hera y pronto descubrieron que había recibido la invitación en el último minuto.
Hace apenas unas horas, apenas conocía al personaje, pero aquí estaba, encarnándolo ya con tal profundidad y comprensión.
La revelación dejó a todos atónitos, mirándola en silencio como si hubieran presenciado algo extraordinario, casi como ver a un monstruo crecer una cabeza adicional.
Pero en lugar de sentirse incómoda bajo su mirada, el orgullo de Xavier se hinchó.