—No permitas que esto te agobie —dijo suavemente la miembro del equipo femenino, con un tono reconfortante. A medida que se acercaba a Hera, tuvo una realización: reconoció a la joven del reciente entrevista de la conferencia, donde habló firmemente contra el acoso en el lanzamiento de un nuevo producto.
La postura de Hera le había ganado elogios de varias plataformas, y sus palabras habían causado revuelo en internet.
La miembro del equipo femenino se sintió aún más segura de que su decisión de apoyar a Hera era la correcta.
Hera no era solo una recién llegada; era una voz para aquellos que sufrían en silencio, una portavoz del movimiento contra el acoso.
A pesar de su estatus de novata, Hera ya había demostrado la fortaleza de su carácter.
La sinceridad en sus ojos era innegable, y la miembro del equipo podía ver que la lucha de Hera contra el acoso era más que solo palabras: era quien realmente era.