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Dave comenzó a reconsiderar, habiendo asumido siempre que era Leo quien filtraba su ubicación para mantenerlo alejado de Hera. Pero ahora, después del comentario de Zhane, una nueva idea echó raíces: era completamente posible que su propia madre estuviera detrás de todo.
Sin perder ni un momento, Dave llamó a su madre justo ahí, cogiendo desprevenidos tanto a Hera como a Zhane. Gerald, por otro lado, encontró toda la situación divertida, ya que comenzó a ver los verdaderos colores de los pretendientes de Hera. Sus payasadas lo entretenían en niveles completamente diferentes.
Tan pronto su llamada fue respondida, Dave fue directo al grano. —Mamá, necesito preguntarte algo —. El tono de su voz debió haber delatado su estado de ánimo, ya que la persona al otro lado del teléfono dudó, sintiendo su urgencia.
