—Bueno, sí. Ahora que lo mencionas, en contra de las maliciosas difamaciones en internet, en realidad son como mis caballeros de brillante armadura que me protegen y respetan. Pero desafortunadamente, están tan ocupados con sus propias vidas y negocios que raramente tenemos la oportunidad de reunirnos y estrechar lazos como amigos normales —dijo con una sonrisa inocente.
Por dentro, Hera sentía satisfacción al ver cómo los ojos de Alice brillaban de alegría, confirmando que Alice creía que Hera no estaba tan cercana a los protagonistas masculinos. Lo que Alice no sabía era que Hera había tendido una trampa con sus palabras, lista para voltear la situación cuando fuera el momento adecuado.