La cara de Xing Linlin estaba llena de desdén. Dado que Nie Xi se había atrevido a arrojarle vino, tenía que pagar el precio. Esta noche, no solo arruinaría la reputación de Xing Shu, sino que también haría pública la relación entre Nie Heng y Nie Xi. Sin embargo, le preocupaba ofender a Nie Heng, así que solo podía dejar que Liu Chun hiciera esto. A Liu Chun le disgustaban tanto Xing Shu como Nie Xi, y además era la lacaya de Liu Xiangru. Por lo tanto, era el chivo expiatorio perfecto para este trabajo.
—Mi hermano me contó que vio a Nie Heng y a Nie Xi conseguir una habitación de hotel juntos. También los he visto a ellos... —dijo Xing Linlin.
Cuando Liu Chun escuchó esto, se enfureció tanto que se le entumeció el cuero cabelludo. Apretó los puños.
—¿Es verdad lo que has dicho? —preguntó Liu Chun.