La primera reacción de Sang Qianqian fue rechazar.
—Está bien, estaré allí en un momento.
Al escuchar a Sang Qianqian pedirle que preparara el coche, Jian Zheng explotó.
—¿Qué sucede? ¿Vas a la residencia de la familia Xie ahora?
Jian Zheng no lo podía creer. —Señora, ¿ha olvidado las instrucciones del Presidente Shen?
Pensando en los esfuerzos minuciosos de Shen Hanyu, Sang Qianqian suspiró, —No.
Sin embargo, tenía que ir esta noche.
Con la personalidad de Xie Shi'an y su actitud actual hacia Ruan Xiaodie, él nunca habría perdido los estribos ni se habría enfadado con ella.
Debió haberse dado cuenta de que ella había hecho algo excesivo, por lo que no pudo evitar estallar y cuestionarla.
Fue bueno para ella y para Shen Hanyu que Xie Shi'an hubiera rasgado el velo para ellos.
¿Por qué no aclarar todo esta noche? Era mejor que estar cauteloso todo el tiempo.
