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El grito de Xie Shi'an no fue suave. Incluso el personal médico afuera de la puerta se alarmó y corrió adentro.
—¡Joven Maestro An, quiero llevarme a mi hermano!
Cui Ke secó sus lágrimas y dijo indignado —Mi hermano estuvo encerrado por ellos durante tanto tiempo. ¿Ni siquiera después de muerto merece algo de libertad?
—¡Pero no puedes ser tan imprudente!
La expresión de Xie Shi'an se suavizó un poco, pero su tono seguía siendo serio —Si quieres llevarte a alguien de aquí, tienes que seguir los procedimientos correctos.
El doctor temía que Cui Ke causara problemas aquí, así que rápidamente dijo —El señor Xie tiene razón. El paciente aquí tiene una identidad especial. Ya esté muerto o vivo, no se puede llevar de cualquier manera. Deberías seguir los procedimientos normales.
Cui Ke estaba muy descontento —¿Quién sabe cuánto tiempo tardará el proceso normal? ¿Va a quedarse mi hermano aquí para siempre?