—Realmente no sé de dónde salieron estas fotos —la mirada de Xie Shi'an cayó sobre las fotos—. ¿Puedo echarles un vistazo más de cerca?
Jian Han no lo rechazó. Pasó las fotos a Cui Ke, y este rápidamente se las entregó a Xie Shi'an.
Las escenas en las fotos eran demasiado familiares para Xie Shi'an.
Las imágenes mostraban su antigua casa, y Sang Qianqian había vivido allí durante unos pocos meses cortos.
En la foto, cada movimiento de Xie Shi'an y Sang Qianqian parecía inusualmente íntimo.
No era de extrañar que Cui Ke malinterpretara que Jian Han había robado la foto de la familia Xie. Era porque tal foto, en los ojos de Cui Ke, podría haber sido parte de la colección privada de su Joven Maestro.
Después de todo, Sang Qianqian ya estaba casada, y por ella, Xie Shi'an casi había tomado la vida de Cui Ke. Cui Ke aún tenía miedo persistente y aún lo recordaba claramente.
Xie Shi'an observó las fotos durante mucho tiempo bajo la luz.
