En la oscuridad, Sang Qianqian no podía ver la expresión de su hermano, y solo sintió una ola de tristeza.
No sabía cómo persuadir a su hermano.
Tal vez cualquier palabra de consuelo sería impotente en este momento, ya que no sería capaz de aliviar el dolor letárgico en su corazón.
Afortunadamente, Sang Minglang ajustó rápidamente sus emociones.
Nunca había estado acostumbrado a revelar su corazón a nadie, ni siquiera a su hermana. Este momento de debilidad y depresión ya era su límite.
—¿Cómo está Shen Hanyu?
—Está bien ahora.
Sang Qianqian se quedó atónita por un momento. "Hermano, él vino hoy a Yuecheng conmigo."
Sang Minglang comprendió de inmediato lo que su hermana quería decir. "¿Quieres que venga a ver a Papá?"
Sang Qianqian asintió con la cabeza. "Pero Papá definitivamente no querrá verlo. Me temo que no tendrá una buena actitud si lo hace."