Justo cuando entró en la casa, su teléfono sonó. Era Ruan Xiaoshuang.
Temeroso de que despertara a Sang Qianqian, Sang Minglang colgó inmediatamente. Quién iba a pensar que Sang Qianqian aún así se despertaría.
—Hermano.
Se frotó los ojos y se sentó, luciendo mucho mejor. —¿Fuiste tú quien se quedó a mi lado toda la noche?
Sang Minglang tosió —¿Quién más podría ser? ¿Quieres que alguien que no sea tu hermano te cuide?
Esta pregunta hizo que la cara de Sang Qianqian se pusiera roja. Parecía que la fiebre realmente le había causado un problema anoche. En un aturdimiento, realmente sintió que la persona a su lado se parecía un poco a Shen Hanyu.
Tal vez, lo extrañaba demasiado.
—Hermano, deberías ir a dormir un rato.
Sang Qianqian se sentía mucho mejor. —Siento como si hubiera revivido.
Sang Minglang le volvió a tomar la temperatura corporal. Había bajado a 37.3, por lo que parecía que realmente no había ningún problema grave.
