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La cara de Sang Qianqian estaba pálida e incrédula.
Recordaba las pocas palabras que le había dicho a Shen Hanyu en la villa de la familia Sang aquel día.
Le preguntó por qué estaba atacando a la familia Sang. Él respondió:
—¿Por qué no te preguntas a ti misma?
También dijo que había estado buscándola durante mucho tiempo.
Si la bancarrota de la familia Sang y la muerte de su padre no tenían nada que ver con él, ¿por qué respondería así?
Guo Muyang suspiró. —Él sí se enfocó en la familia Sang por tu causa y, ciertamente, ha estado buscándote durante mucho tiempo.
Sin embargo, no estaba buscando a Sang Qianqian en sí.
En cambio, estaba buscando al benefactor que había ayudado a la familia Shen a saldar sus deudas y superar sus dificultades.
Guo Dingsong se negó a decirle quién había ayudado a la familia Shen en aquel entonces. Sólo dijo que no necesitaba devolverle nada a la otra persona.