```
Para Sang Qianqian, ese tipo de beso persistente era comparable a una tormenta violenta y simplemente insoportable.
Al final, Shen Hanyu solo estuvo dispuesto a soltarla cuando vio que ella se quedaba sin aliento. Aún no se había saciado.
Sang Qianqian no sabía qué hacían otras parejas en una relación normal. Por eso, no entendía por qué Shen Hanyu siempre quería besarla cada vez que se veían.
Fuese en el hospital o en su oficina. Era peligroso, aterrador y desenfrenado.
Al principio, no sabía cómo decirle que su hermano venía, pero ahora de repente sentía que tenía razón.
—Mi hermano vendrá a Ciudad Ming mañana. Los próximos días, estará aquí al mediodía. En cuanto a la ubicación, será en la casa que alquilaste —dijo Sang Qianqian.
Sang Qianqian no sentía ni un ápice de culpa. —Por eso, tampoco te está permitido venir a buscarme esta noche. Quiero acompañar a mi hermano.
Shen Hanyu frunció el ceño. —¿No planeas decirle a tu hermano sobre nuestra relación?