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Xu Meixi llevó a Xie Shi'an y Sang Qianqian directamente al pequeño patio. Los guardaespaldas encargados de vigilar el lugar fueron tomados por sorpresa.
Ella tomó una llave de uno de ellos y abrió la puerta fuertemente cerrada. Sang Qianqian inmediatamente vio la habitación que había visto muchas veces en la videollamada.
La persona por la que había hecho tanto esfuerzo para salvar estaba sentada junto a la ventana. Cuando escuchó el sonido de la puerta al abrirse, se giró y se quedó instantáneamente atónito.
—¿Qianqian? —Shen Shaofeng estaba gratamente sorprendido—. ¿Por qué estás aquí?
Su mirada cayó sobre el vientre embarazado de Sang Qianqian, lo que le sorprendió aún más. Dijo con incredulidad:
—¿Estás embarazada? ¿Es hijo de Hanyu?
Anteriormente, cuando había hecho videollamadas con ella, siempre estaba sentada. Por lo tanto, no tenía idea de que estuviera embarazada. Ahora que la veía, ¿cómo no iba a estar sorprendido?
