Después de que el Director Miao terminara, los tres se dieron cuenta de que el cambio no era solo un poco, sino una gran diferencia con respecto a antes.
El llamado legado era que el taller tenía que registrar y preservar todos los procesos de tratamiento, experiencias y recetas, ya fuera en las salas o en el departamento ambulatorio. Podrían ser utilizados como material de referencia para futuros estudios.
Estas tareas eran sin duda más complicadas y triviales que el simple trabajo de tratamiento en su antiguo departamento.
Y debido a que el Director Miao ocupaba otros cargos dentro y fuera del hospital, tendría que salir a dar conferencias, programas de intercambio y hacer muchas consultas médicas en el futuro. Esto significaba que es posible que no estuviera en Pekín la mayor parte del tiempo. Incluso si lo estaba, estaría muy ocupado.
Esto aún se consideraba bueno. El cambio más grande probablemente era el tiempo establecido para las visitas a domicilio.