—Sang Qianqian nunca había esperado que la intención de Sang Pengcheng cuando dijo que quería ir a casa era esta.
—Intentó explicar en nombre de Shen Hanyu —papá, has malinterpretado a Hanyu. No es ese tipo de persona.
—Niña tonta, ¿todavía lo defiendes en este punto? —Sang Pengcheng suspiró, impotente—. Xie Shi'an todavía sabe visitarte de vez en cuando. Shen Hanyu ni siquiera es tan bueno como Xie Shi'an. Entonces, ¿cómo puedo confiar en él?
—Sang Qianqian se quedó sin habla —parecía que el prejuicio de su padre contra Shen Hanyu no era ordinario.
—Papá, ¿planeas hacernos quedarnos todos en Yuecheng en el futuro? —Sang Minglang dijo en broma—, ¿no eres un poco demasiado autoritario?