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La noticia de la muerte de Shen Hanyu se había esparcido por todo internet, e incluso Shen Shaofeng había sido mantenido en la oscuridad.
Cuando llegaron por primera vez a la capital, Shen Shaofeng y Sang Pengcheng se sintieron desolados y casi se desmayaron al descubrir que Sang Qianqian también había tenido un accidente con Shen Hanyu.
Shen Shaofeng podía entender que su hijo había fingido su muerte para que Ruan Cheng obtuviera lo que se merecía, pero ¿cómo podía mentirle a su propio padre?
Durante este tiempo, Shen Shaofeng había derramado muchas lágrimas por los dos.
Solo pensaba que era desafortunado por haber perdido a su esposa a mediana edad y a su hijo en su vejez. Había experimentado todas las cosas dolorosas en su vida y estaba realmente desanimado.
¿Cómo no iba a estar enojado y decepcionado de que su hijo siguiera vivo y bien?
Frente al cuestionamiento de su padre, Shen Hanyu guardó silencio durante mucho tiempo. —Lo siento, Papá —dijo lentamente.
