—¡Bai Lian! —Jing Chen rugió—. Cuando pensaba en la escena de recién, realmente quería ir inmediatamente a Bai Lian para vengar a Su Wan—. Te advierto. Si algo le pasa a Wan wan y al niño, ¡tú tampoco tendrás un buen final!
Bai Lian no tenía miedo a las amenazas en absoluto. En este momento, ella estaba como una loca—. Se burló—. Jing Chen, ¿su hijo es un hijo, pero el mío no? Mataste a mi hijo. ¿Por qué está seguro tu hijo en este mundo? ¿Puedo yo todavía tener un buen final? Qué chiste.
—Pero... ya que no voy a tener un buen final tarde o temprano, ¿por qué no hago que alguien más caiga conmigo? ¿Por qué no dejar que Su Wan...
Antes de que Bai Lian pudiera terminar de hablar, Jing Chen la interrumpió—. ¡Bai Lian! ¡Estás loca! ¿Qué tienes que hacer para parar?
—¿Qué estoy haciendo? —Bai Lian resopló—. Jing Chen, lo que quiero es solo a ti. Pero ¡la aparición de Su Wan es un obstáculo! Mientras te cases conmigo, puedo garantizar la seguridad de Su Wan.
