```
Era normal que la gente muriera, pero cuando este momento realmente llegaba, lo más doloroso seguía siendo el vivir.
Su Wan y Jing Chen se miraron el uno al otro con tristeza en sus rostros.
Sin embargo, al oír que la condición del Viejo Maestro Jiang era estable, Su Wan planeaba irse. Jiang Xin y Kang Xu se quedarían aquí. No era adecuado para el paciente descansar si había demasiada gente.
Su Wan miró a Jing Chen y se dio cuenta de que él la estaba observando con emociones encontradas en sus ojos.
Su Wan entendió lo que Jing Chen quería decir y tomó su mano. —Me quedaré aquí contigo.
—Wan wan…
—Entiendo. —Su Wan presionó la mano de Jing Chen—. Ya que Jiang Xin es tu hermana, como su hermano, deberías acompañarla a través de esta crisis. También soy mujer. A veces puedo persuadirla aquí por si toma las cosas demasiado a pecho.