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—¡Habla! —dijo Mo Long fríamente al camarero.
El camarero de inmediato le contó lo que Jiang Ran le había dicho.
Jiang Hai frunció el ceño. —Debe haber algún malentendido. Yu'er, hoy es un gran día. ¿Podemos hablar de esto después?
Jiang Hai miró a Jiang Yu suplicante.
No importaba lo que fuese, el escándalo de hoy no podía ser conocido por las personas de afuera.
Era incluso más importante que nadie supiera que Jiang Ran y Jiang Yu tenían un conflicto.
Por supuesto, Jiang Hai no creía que Jiang Ran pudiese hacer algo malo.
—Este camarero podría ser un alborotador de Jiang Ran, pero estos pocos matones quizás no sean cosa de Ran Ran. Yu'er, por mi bien, dejemos pasar este asunto.
Jiang Yu miró a Jiang Hai. No esperaba que Jiang Hai protegiera tanto a Jiang Ran.
—¿Sabes lo que iban a hacerme? —dijo Jiang Yu fríamente.
