—Hermana Xia también se sintió divertida por Jiang Yu —dijo—. Siempre dices cosas bonitas para convencerme. Sin embargo, cuanto más tiempo paso contigo, más siento que eres más que una artista para mí. Eres más como mi hija. Quiero verte avanzar y desarrollarte mejor en este círculo. De esta manera, cuando me retire en el futuro, podré estar tranquila de que puedes trabajar en este círculo por ti misma.
Jiang Yu también se sintió muy conmovida por las palabras de Hermana Xia.
—Hermana Xia, no te preocupes. Caminaré más lejos y más alto bajo tu mirada. No dependeré de nadie más que de mí misma —abrazó a Hermana Xia y dijo.
—Me tranquilizan tus palabras. Jiang Yu, eres una chica que merece la confianza y la confianza de los demás —Hermana Xia también abrazó a Jiang Yu y dijo.
Las dos se abrazaron fuertemente en el coche como una madre abrazando a su hija, su todo.
La mañana siguiente, Jiang Yu se levantó temprano y corrió al lugar de rodaje temprano en la mañana.