La concubina imperial Ana se encogió de hombros y dijo:
—¿Y qué si se trata de una pérdida? Las pérdidas de hoy no son pequeñas. ¿Por qué no te preocupas por ti mism@? Mírate, estás cubierto de sangre. Date prisa y ocúpate de ello.
Long Yuning simplemente se apresuró hacia Feng Qing después de saber que la concubina imperial no la estaba escuchando:
—Qingqing, en un evento tan importante como el de hoy, ¿no deseas mostrarle a la concubina imperial y a todos los invitados tus extraordinarias habilidades con el violín? Anteriormente, causé accidentalmente un incidente durante una actuación en el teatro Hong Meng, y todo fue gracias a ti que la actuación completa se salvó ese día. Por eso, quiero pedirte que lo hagas nuevamente.
—¿Qué está pasando? ¿Podría ser que el maestro YLL realmente sepa tocar el violín? ¿Hay algo que no sepa? —se preguntaban entre sí los presentes.
