```
Era normal que alguien se interesara por su chica tesoro después de que él se casara con ella. Ya había muchos lobos pero poca carne, sin mencionar que su esposa era bella y adorable.
Estaba bien si esos lobos hambrientos miraban, pero si se atrevían a conspirar contra él, entonces Xie Jiuhan definitivamente no sería compasivo. ¡Definitivamente los despellejaría vivos!
—¿Eres ese hombre salvaje? —levantó las cejas Xing Yue.
—Así es. El hombre salvaje que se fugó con Feng Qing hace cinco años fui yo. Ella se fue conmigo voluntariamente y se casó conmigo voluntariamente. Ahora, estamos casados legalmente —dijo Xie Jiuhan con una leve sonrisa.
¡Xie Jiuhan, maldito animal! Xing Yue lo maldijo en su corazón.
Jamás esperó que el súper magnate del sistema financiero de este mundo realmente atacara a una niña tan adorable como Feng Qing. Feng Qing tenía ahora diecinueve y solo tenía catorce hace cinco años. ¡Xie Jiuhan simplemente no era humano!