—Anlan, ¿qué le pasa a tu Feng Qing? ¿Sabe tocar el violín? —dijo Guo Xiaohui al borde del asiento de segunda clase.
—Ignórala. Solo miremos a Jianing —respondió Fu Anlan, también desconcertada.
—Eh, no lo digas. Jianing es realmente buena. Es digna y elegante. Realmente es compatible con nuestro Beining —asintió Guo Xiaohui.
—Jianing es de verdad muy destacada. Su interpretación del piano es natural y fluida. Su control del ritmo es muy bueno, y su cooperación con el Grupo Musical Beiming también es muy buena. No parece que sea una novata —añadió Cao Beining.
Aunque ahora le gustaba más Feng Qing, le daba vergüenza decirlo en esta situación por si acaso era ridiculizado por los demás. También estaba muy sorprendido, sin entender cómo Feng Qing había tenido el valor de actuar en el escenario. Él podía decir que Feng Qing estaba equivocada.