Xie Jiuhan podía verlo, y también el resto del público. Muchas personas exclamaron.
—¡Miren! Está sangrando…
—Oh, dios mío, ¿qué ocurrió? ¿Hay algún médico en el lugar?
—Todos, no entren en pánico. Long Yuning dijo que sus manos están lesionadas. Probablemente esté tocando el violín con mucha intensidad, lo que causó que la herida se abriera. Podría simplemente vendarla de nuevo.
Muchos miembros del público no podían soportar verla así. En sus ojos, Feng Qing era una gran maestra del violín. Utilizaba su sangre para tocar la música más hermosa y se fusionaba perfectamente con el violín, como si hubiera alcanzado el legendario reino de la unidad entre el ser humano y el violín.
Long Yuning estaba completamente desconcertada. Su atención estaba en Feng Qing nuevamente. No entendía cómo Feng Qing podía tocar la tercera canción, ya que claramente nunca había visto la partitura real para la tercera canción.