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Al ver la mirada hipócrita de Feng Jianing, Feng Qing dijo fríamente —Deja de llamarme 'hermana'. Tienes que entender algo. Eres la hija adoptiva de la familia Feng, y yo soy la hija biológica con la línea de sangre de la familia Feng.
Cuando dijo esto, el tono de Feng Qing era un poco autodespectivo. Ella era la hija biológica de la familia Feng, pero sus padres no podían diferenciar entre ellas. Adoraban a Feng Jianing y ella sentía que era la hija adoptiva.
Todo el mundo se iluminó. Entonces recordaron que Feng Jianing era una hija adoptiva mientras que Feng Qing era la hija biológica de la familia Feng. Mucha gente escuchó esto por primera vez.
—¡Diablos! Después de todo esto, ¿resulta que Feng Jianing es en realidad una hija adoptiva? —comentó alguien sorprendido.
—Señorita Feng Qing, le has dado una buena lección —alabó otra persona—. Ella es solo una hija adoptiva, no una hija biológica. ¿Qué derecho tiene ella de pisotear a una hija verdadera?
