La mujer estaba vestida con un largo vestido vino tinto y un sombrero de copa del mismo color. Tenía un broche de calavera negro y su pelo ondulado de un rosa claro caía detrás de ella. Un encaje delgado y transparente cubría sus hermosos ojos. Tenía un mentón afilado, piel blanca como la nieve, y un par de brillantes labios rojos que desataban la imaginación.
La mujer sostenía un pequeño paraguas color rojo sangre con bordes de flores. Caminaba despacio sobre la nieve, luciendo elegante y noble, serena y ecuánime.
La mujer tenía una figura grácil y unos pasos encantadores. Dondequiera que pasaba, todos la evitaban. Cuando las decenas de líderes la vieron, todos retrocedieron un paso.
—Noche Oscura Nieve Carmesí, ropas vino tinto y paraguas del mismo color, tú eres... ¿Señora Nieve Carmesí? —un líder alto y delgado murmuró y exclamó.