Feng Yuanzhou y Fu Anlan también tienen los mismos pensamientos que Cao Beining. Tan solo con pensar que Feng Jianing podría superar a un Maestro de Fragancias de Nueve Estrellas, se emocionan. Ahora, Feng Jianing solo podía depender de sí misma, ganara o perdiera.
Xing Yue charló un rato con la Concubina Imperial Anna antes de llevar a la gente a investigar el asunto del incriminamiento a Feng Qing. En cuanto encontrasen quién había colocado la caja redonda en el bolsillo de Feng Qing, sería equivalente a encontrar al culpable.
Después de ver a sus subordinados empezar a moverse, Xing Yue no pudo evitar mirar a Feng Qing. Tenía que admitir que la sorpresa que le había dado Feng Qing hoy superaba su imaginación.
Jaja, ¿Maestro de Fragancias de Nueve Estrellas YLL? Lo has ocultado demasiado profundo —Xing Yue curvó sus labios y no pudo evitar suspirar en su corazón.
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