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—No, tengo que darme prisa y desarrollar la solución para el cabello. Tiene que tener un efecto fuerte. Tengo que hacer que Inframundo le crezca rápido el pelo —Feng Qing murmuraba para sí misma mientras se duchaba. No es que estuviera preocupada por Inframundo, sino que no podía soportar las alucinaciones que tenía debido a eso. Al pensar en Xie Jiuhan, le venía a la mente la calvicie en la cabeza de Xie Jiuhan en su sueño.
Después de estar una hora en la ducha, Feng Qing finalmente salió del baño y se puso un nuevo pijama rosa. Feng Qing fue al balcón y respiró profundamente unas cuantas veces antes de guardar su ropa interior.
Cuando estaba guardando su ropa interior, se quedó atónita por un momento y gritó:
—Pequeña Wu, ¿estás ahí?
Tan pronto como terminó de hablar, la figura de Pequeña Wu apareció de la nada frente a Feng Qing, como si ya estuviera allí.
—Señora Qingqing, ¿en qué puedo ayudarle? —preguntó Pequeña Wu respetuosamente.
