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Después de pensar por un rato, Feng Qing respondió —Instructor, ¿hay más misiones?
Mirando la pantalla del teléfono, los ojos de Inframundo brillaron con una luz insondable. La tenue luz del teléfono delineaba el contorno de su rostro perfecto, como si fuera una persona que había salido del otro mundo. Después de pensarlo, sintió que no podía permitir que la Loli de Sangre se enfocara en la nueva Señora Nieve Carmesí. Después de todo, ella era su esposa. Sin embargo, la Loli de Sangre ya estaba aquí, así que solo podía darle una nueva misión, y tenía que ser una misión más desafiante.
