El número aparecía como identificación de llamante no disponible, justo como antes.
Samantha tocó sin dudarlo el icono de respuesta y llevó el teléfono a su oído mientras saludaba temblorosamente:
—¿Hola?
La voz de la persona misteriosa, que había pasado por un cambiador de voz, fue directo al grano como siempre:
—Señorita Larsson, su hijo sigue vivo por ahora.
—Vivo...
El tenso corazón de Samantha se relajó levemente.
Aunque había muchas señales de alerta sobre la persona misteriosa, resultó cierta su afirmación de que el certificado de divorcio era falso. ¡Por eso, Samantha quería creer inexplicablemente sus palabras cuando decía que Matthew aún estaba vivo!
La frase por ahora hizo que sus nervios se tensaran de nuevo. Se mordió el labio inferior y dijo:
—¿Sabe dónde está?
La voz del hombre misterioso era calmada e indiferente:
—No lo sé.
Samantha frunció el ceño:
—Entonces, ¿cuál es el punto de hacer esta llamada?
El hombre misterioso respondió: