—¿Qué pasa, Sammy? —preguntó Rochelle al notar desde un lado que algo andaba mal.
—Matt... se ha ido —dijo Samantha con la mirada aturdida antes de abrir la boca de manera casi mecánica y repetir lo que Alan le había dicho.
Aunque Rochelle podía decir que algo había pasado, fue un gran shock escuchar a Samantha decir eso y todavía no podía creer lo que sus oídos oían.
—¿Cómo...? ¡Acabamos de hablar con Matt anoche! ¿Cuándo... Cuándo desapareció? —sus ojos se abrieron ligeramente.
—El Dr. Sherwood tampoco lo sabía... Matt ya se había ido cuando lo llamó para desayunar esta mañana —respondió Samantha.
—¿Podría haber salido solo a jugar? —supuso Rochelle.
—El Dr. Sherwood buscó por toda la zona residencial y todas las áreas alrededor. No pudo encontrar a Matt en ninguna parte. El reloj GPS que compré para Matt también fue arrojado al bote de basura abajo. ¡Si Matt hubiera salido a jugar por su cuenta, no habría tirado el reloj! —negó con la cabeza Samantha.