—Por cierto, ¿has estado enferma recientemente? Debes estar atenta a tu salud y tomar tus medicamentos a tiempo. Cuídate, ¿de acuerdo? No me hagas preocuparme por ti.
—Está bien —respondió Penélope.
Armonía echó un vistazo a su rostro y sonrió. —Entonces me voy. Nos vemos la próxima vez.
Después de dejar la prisión, Armonía inclinó la cabeza hacia atrás y miró el cielo azul.
Un futuro brillante que le pertenecía estaba por llegar pronto.
Sus días oscuros quedarían en el pasado para siempre.
¡Aquellos que la miraron en menos en el pasado y el presente serían pisoteados bajo sus pies y eliminados uno por uno!
…
Después de recibir una semana de tratamiento de Vincent, las náuseas matutinas de Samantha habían mejorado significativamente. Su vómito y malestar casi habían desaparecido, mientras que su apetito había regresado y su sueño había visto una mejora considerable.
Las pesadillas eran cosa del pasado y ahora podía dormir profundamente hasta la mañana.