Samantha lo apartó suavemente. —Comamos primero. No podemos hacer esperar a la abuela.
Timothy se sintió un poco impotente y tocó la punta de su nariz. —Lo estás haciendo a propósito, ¿verdad?
Ella lo mantenía en vilo cuando evitaba darle la noticia de inmediato.
Samantha lo admitió abiertamente. —Sí. Es a propósito.
Su expresión de autosuficiencia parecía decirle, '¿Y tú qué vas a hacer al respecto?'
Timothy no se irritó en absoluto e incluso dijo con cariño, —Está bien, como tú quieras entonces, mi encantadora esposa.
Se habría sentido toda cálida y dulce por dentro si él se lo hubiera dicho antes. Sin embargo, en ese momento, le resultó risible y decepcionante.
Si no hubiera sabido ya que todo era una actuación, habría sido completamente ajena a la pura pretensión de su afecto...
Timothy volvió a su habitación para cambiarse de ropa y bajó a comer con todos.